Intento e intento darle calor a mi cuerpo, pero me doy cuenta que mi interior esta congelado.

Quiero seguir el día de hoy, pero me encuentro totalmente perdido, el camino que antes seguía se convierte en mucho y no se por donde ir.

Nunca creí necesitar que alguien me escuchara, pero desde que desperte siento tantas ganas de gritar y que te acerques, que en este momento te preocupes por mí.

Se que hay quienes me acompañan y no me permiten caer en aquel abismo que tantas veces me ha arrastrado, pero deseo tanto huir de aqui.

Quiero explorar un lugar nuevo donde nadie me conozca y poder decirle a todos que un día tenía un gran tesoro y lo perdí.

Y me duele tanto saber de tí, verte y hablarte mientras sé que nunca se hara realidad lo que un día soñe.

A lo largo del camino

Creo que al llegar a este mundo, al vivir como seres humanos podemos tener una gran cantidad de altibajos, por momentos estamos de maravilla y al siguiente podemos derrumbarnos.

Todos tenemos diversas formas de desahogarnos y soltar todo aquello que nos atormenta, en mi caso muy particular la escritura es algo que disfruto de sobremanera, sin embargo, hay ocasiones en las cuales la inspiración llega de manera mas común que otras o simplemente es mas accesible, desde hace algunos días me encuentro en uno de esos en los que se deja alcanzar, es por ello que el día de hoy va uno nuevo y a los que se den tiempo de leerlo, muchas gracias.
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Muy particulares somos los seres humanos que mientras mas amamos a alguien, mas lejos debemos de estar para no lastimarlo.
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Ve a lo lejos una silueta, no puedo dejar de fijarme en ella y con cada paso que doy al acercarme mas quedo atrapado por ella. No se que es ni de donde viene, es tanto misterio lo que me hace correr tras esa figura.

La ansiedad me consume, deseo tanto llegar a su encuentro, pero me aterra la sola idea de no saber que es lo que ahí me espera.

Aun cuando no se nada del porvenir de esta nueva odisea, no me detengo, nunca he sabido nada del futuro y siempre he seguido la marcha, sobre mis dos compañeras inferiores que nunca me han dejado caer.

Ahora se que no importa lo que pase, seguiré en este viaje, podrá cambiar el camino, pero no lo hará mi destino.
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El peor día para vivir

Este tiene algún tiempo que lo escribí, no recuerdo exactamente cuando, solo se que fue entre el primero de junio de este año y el 5 de ese mismo mes.

Hoy me sucedió algo que durante mi vida siempre he criticado y es que me encontré con el peor día para vivir. No se debe a que el mundo se esté cayendo a pedazos o porque llegue al punto de ¿ahora que?

No es porque el anciano que necesita ayuda no la recibe, ni es porque ya no veo esperanza en la gente que transita por las calles. No es el peor día por la política que atormenta a los ciudadanos, mucho menos es porque perdí mi llave.

Desperté en el peor día para vivir porque al nacer en esta epoca me toco estar si ti, sin poder besarte, acariciarte y decirte al oido todo lo que eres y significas para este hipócrita.

Oh! Soledad

Hoy de nuevo me toca ser seguido por esta indeseable compañera, de viajes, de sueños, de ilusiones, de dolores y sobre todo de vida, aquella a la que llaman soledad.

Empero, en mi presente hay algo diferente, algo que me obliga a ver las cosas de otra manera, que en esta nueva ocasión me hace sentir el ser más extraño.

¿Por qué ahora quiero estar a tu lado?, ¿Por qué, si durante toda mi vida te he odiado?

Quiero abrir mis alas y que te subas a mi espalda, quiero aceptar que eres perfecta para mí, que si estoy a tu lado nada puede salir mal.

Regresa a mi vida soledad, hoy que mas te necesito, sigue mis huellas, ellas guiaran tu camino.



Para alguien que seguirá su camino, mientras yo sigo el mío. Te quiero mucho.