Planeamos hacer una vida,
ser felices, pasar momentos inolvidables,
dejar nuestra huella en el mundo.
Nunca quisimos sufrir,
buscamos escapar del dolor,
tomar un crucero lo más lejano posible,
creer que era posible.
Todo era como un juego,
dónde ya tenía ganada la partida,
memorice las reglas
y con mucha práctica me volví un maestro.
Continuaba disfrutando,
creyendo que todo era sencillo,
sin embargo, olvide algo vital,
también se puede perder.
Caí y con mucho valor decidí levantarme,
me llevé una fuerte sacudida
y mi mundo se vio igual.
Ahora deseo volver a escapar,
nada está bajo mi control
y yo odio la vida así.
Cuando creía que todo estaba bien,
de nueva cuenta me entrego
a los brazos de la soledad.
Una vez más todo pierde sentido
y al final será la misma historia
que estoy cansado de repetir.
Simplemente es el reflejo de lo que soy yo, desde música, conciertos asistidos, deportes, cine, televisión, así como cualquier otro tema de interés que surja. Todo lo escrito aquí es de total autoría de Diego R. Soria (es decir, por mí).
lunes, 22 de noviembre de 2010
Ciclos
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