salen tan fácil las palabras.
Hablo de la vida, de tu boca
y de pasar la eternidad viendo tus ojos.
Escribo de mi, de mi futuro
y de todo aquello que quiero hace en el mundo.
El amor es un tema recurrente,
el desamor no se queda atrás.
Puedo seguir, cambiar el tema y engañar,
seguir por la tangente y nunca decir que se trata de ti.
Algo es seguro aquí y eso es que ya no sé
que nombre deben llevar, ni como los voy a bautizar.
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