Quizás sea que yo ya sabía que tarde o temprano te convertirías en energía cósmica y como dice El Pirata: sobran las palabras. Creo que sólo quedan los recuerdos de tres conciertos, uno con la camisa a cuadros, otro con un adiós y el último con una uña que quedara entre mis posesiones más preciadas, una púa del maestro y un gran arrepentimiento por no hacer ese viaje a L.A.
Podría decir gracias totales, sin embargo, prefiero decir: Saber decir adiós es crecer. Gracias Gus.
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